La Navidad según Hesse

«La Navidad es una suma, un almacén de regalos de todos los sentimentalismos y mendacidades burgueses. Es un motivo de desenfrenadas orgías para la industria y el comercio, el artículo más sensacional de los almacenes, huele a hojalata lacada, a ramas de abeto y a gramófonos, a agotados carteros y chicos de reparto que murmuran por lo bajo, a alborotadas fiestas familiares bajo el árbol engalanado, a suplementos de los periódicos y a una gran publicidad; en resumen, a mil cosas que me resultan extremadamente odiosas y que me serían indiferentes y ridículas si no hicieran un uso tan lamentable del nombre del Salvador y del recuerdo de nuestros años más tiernos.»

Hermann Hesse (1927))

Hay cosas en las que no cambiamos en mucho tiempo. Después de 80 años la crítica al consumismo y los grandes almacenes durante la Navidad sigue siendo la misma que se hace hoy en día.

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6 comentarios

  1. Bueno, el que se los critique tanto es señal de que gozan de buena salud. ¿Cuándo ha sido la última vez que has visto una crítica del anarcosindicalismo? ¿Y del priscilianismo?

    Me gustaría saber si iba o no Herman Hesse al Corte Inglés cuando su señora le exigía una caja bien envuelta (con lacito y todo) debajo del abeto…

  2. Entre que su mujer acabó medio loca y que él siempre fue depresivo y un solitario, no me lo imagino yo yendo al Corte Inglés y celebrando entrañables navidades en familia :)

  3. Con todo respeto, el uso de las palabras «depresivo», «paranoico» y en general, «loco», han sido y son herramientas de discriminación.
    Decir de alguien que era o es «depresivo» sin que la ciencia sepa con precisión el funcionamiento del cerebro limita un síntoma (la depresión) a un estado de ánimo, cuando puede ser síntoma de Alzheimer, Parkinson u otras enfermedades graves.
    Aún cuando él mismo lo diga, ¿quién no tuvo alguna vez ideas suicidas?.

    Das Glasperlenspiel (traducido malamente como «juego de abalorios» ) podemos ver el planteo – algo difuso, siempre presente – de una sociedad dividida en dos clases, una de las cuales es dominante de la otra.
    Si queréis leer un librito corto y encantador, os recomiendo«El Arte del Ocio», como para despejar la imagen negativa que a todos en un momento nos ha dado el autor.

    Con este preámbulo es inútil deciros que estoy en todo de acuerdo con la frase elegida, ya quisiera haberla escrito yo con tan buena prosa…luego de vivir muchas Navidades con una máscara de alegría y regocijo por el reencuentro, alegría y buenos deseos que terminan al día siguiente, esparcidas elcomo papel picado y los lazos rotos, o lazos inexistentes pero creados para «el momento».

    Sabrán disculpar que mi primer comentario sea largo y contradiga los dos comentaristas anteriores: ni juzgo a las personas por su comentarios ni dejo de disfrutar sus obras (o padecerlas). De lo contrario, no quedaría obra musical, literaria, pictórica, escultórica o arquitectónica…

    Saludos cordiales :)

  4. A mí no me parecen términos discriminatorios. Igualmente, la depresión es una enfermedad en sí que a veces no tiene por qué venir provocada por otras dolencias. Pero dejemos eso a los psiquiatras.

    No conocía «El Arte del Ocio», me lo apunto para leerlo estas Navidades y así acordarme de vosotros.

    Saludos cordiales :)

  5. Anokha: tienes razón, he generalizado para ¡no ser breve! perdona.

    Dejemos los diagnósticos a los profesionales, y dejemos mi comentario en esta frase: el uso «a la ligera» de ciertas palabras o expresiones crea divisiones entre lo «normal» y lo «anormal».
    De ahí a «sano /enfermo» y a «bueno/malo» un paso. Es mi experiencia, más de una vez asistí a una charla o exposición y oí decir que «lástima que el autor es un loco/adicto a las drogas/bipolar» y cosas parecidas.

    «El Arte del Ocio» esposible lo consigues en alguna librería en la parte de «ofertas».
    Sin duda lo disfrutarás mucho :)

  6. Esa frase me marco desde muy joven cuando la leí por primera vez en la recopilación de «Mi Credo» otras de las obras cumbres de Herman Hesse. Gracias por traerla a mi mente y de todas maneras frustraré de una buena navidad aunque los carteros y los chicos sigan murmurando por lo bajo.

    Alberto Santander

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