Algunas anécdotas sobre Cork

A pesar de llevar una semana aquí, no he podido salir todo lo que hubiera deseado porque hoy tenía un examen de recuperación de mi universidad de Zaragoza, así que cuando tenía tiempo libre tenía que aprovechar estudiando. Afortunadamente he podido hacerlo desde aquí mientras una encargada de las relaciones internacionales vigilaba mi examen, acción la cual en inglés es to proctor. Tienen palabras pa tó.

A pesar de ello, tengo algunas pequeñas anécdotas que contar que completarán la lista de prejuicios tras mi primer día aquí.

Ya dije que eran habladores, pero aportaré pruebas. Ya en el avión me tocó junto a un matrimonio de rojos jubilados (rojos por el sol, no por su afiliación marxista que desconozco) que venían de Barcelona y de no sé cuántos sitios más. Cuando no estaba con los ojos cerrados tratando de echar una cabezada (es caer en un asiento de autobus, avión o similar y entrarme sueño ¿verdad Gonzalo?) el hombre me contaba su vida.

Me enseñó un reloj/llavero con brújula incluida que había comprado nosédónde por 5 euros, y no podía llevarlo en la muñeca por problemas de piel. También una extraña pulsera que le aliviaba los dolores de espalda, y dos o tres cosas más, todo comprado en Noentendídónde, un pueblo cerca de Barcelona en el que todo parecía ser un chollo. A ver cuánto le dura todo, dolor de espalda incluido. El hombre terminó liándola manchándose la camiseta con el café que pidió y cambiándosela por otra que llevaba su mujer en el bolso. Gente como este matrimonio que se gasta el dinero en cafés y bollos en el avión hacen que las aerolineas de bajo coste ofrezcan vuelos tan baratos: gracias.

El primer día me levanté temprano y tras un reconstituyente pozal de café fui a gestionar unos asuntos en la oficina de relaciones internacionales y terminé yendo hacia el centro donde están todos los comercios —sobre todo necesitaba un adaptador para los enchufes— pero un pequeño calabobos se convirtió en la Tormenta Perfecta y ni el chubasquero que con mucha previsión había metido en mi mochila sirvió de mucho, pero entonces vi una señal.

Y supe que era el momento de tomar mi primera Guinness en Irlanda. En realidad ése no fue el momento. Tuve que pasar cuatro pubs más hasta encontrar uno abierto (eran las 11am)  y tomar el típico desayuno irlandés: Guinness y Beamish (con una bolsita de peanuts para empujar). Allí dentró otro hablador irlandés me estuvo contando que la noticia del día era que el primer ministro había salido borracho a hacer unas declaraciones en un programa de televisión y no sé qué más. Tampoco he vuelto a saber del tema.

No sé si será por la humedad del ambiente, porque la tiran mejor, o porque es simplemente psicológico, pero aquí la Guinness sabe mejor. Y desde luego es mucho más barata. En España por una pinta te pueden cobrar tranquilamente 5 euros en cualquier sitio, y aquí van a tres euros. Lo mejor de la Guinness, aparte de estar buena, es que siempre queda perfecta en las fotos. La siguiente a máxima calidad, ampliada al vaso queda perfecta de fondo de pantalla.

Más cosas sobre Irlanda… odian a los ingleses. No, eso ya lo sabíamos, realmente odian a los ingleses. Hay varios Tesco por la ciudad (una famosa cadena de supermercados británica), incluyendo uno bastante grande en un centro comercial en una plaza cercana a la calle principal de Cork (Saint Patrick Street ¿cómo se iba a llamar?). En las reuniones de bienvenida a los erasmus hacen un pequeño tour por la ciudad enseñando sitios útiles (correos, autobuses, tiendas, pubs típicos, etc). La guía era una estudiante americana que llevaba unos años en Cork. Cuando nos enseñó ese Tesco dijo «A los irlandeses no les hace mucha gracia porque es británico, así que es mejor que compreis en el mercado para favorecer a la economía local«.

Sonaba al típico «oh, los fatos odiamos a los cheposos de Zaragoza«, pero después de callejear un poco estábamos algo perdidos al salir de otra tienda, así que preguntamos hasta a tres personas, con mapa incluido y todos contestaban ¿¿¿ ¿Tesco??? en plan ¿qué es eso?. Estaba a una manzana de nuestra posición y tampoco creo que lo pronunciásemos tan mal todos…

En la maleta sólo traje una sábana bajera y una para taparme, ni mantas ni nada, así que tenía que comparme algo. Nos recomendaron una tienda muy barata llamada Penneys. Cuando entré todo me resultó demasiado familiar. Camisetas por 3 y 5 euros, tríos de calcetines por 1.5… Hasta que cogí un paquete de sábanas y vi que en la etiqueta ponía Primark e información en español. Gran ayuda porque no tenía ni idea de los nombres en inglés de las partes de la cama.

Por otro lado, la ciudad está vibrando de emoción porque mañana es la final del All-Irish Senior Football Campionship (SFC) en el que juega el equipo local, The Rebels. Resulta que llevan 20 años sin ganar este campeonato con lo que si ganan supongo que se va a armar una buena (no tanto como cuando la SD Huesca subió a segunda, pero casi). Todos los pubs tienen banderas de Cork y The Rebels, y uno de cada tres coches también. Lo de los coches es curioso porque todavía no lo había visto en España, pero todas las modas terminan llegando, así que le doy dos años. Es una bandera como la de la foto inferior, que se coloca en las ventanillas de un coche así (no he encontrado de aquí, pero es igual).

Otro tema destacable puede ser el emblema oficial de todos los equipos de deporte de la UCC, una bandera pirata. Cuando fundaron la universidad en 1840, Medicina fue una de las tres facultades originales y la más grande. Los estudiantes de medicina destacaban en varios deportes y muchos equipos de la facultad adoptaron la calavera y los huesos cruzados por un chiste interno. Se dieron cuenta de que el Jolly Roger era muy útil para intimidar a la oposición, así que el logo cuajó.

Esto ya no es sobre Cork, pero también me hace gracia. He hecho amigos italianos (todo lo malo se junta, y la élite sajona no iba a mezclarse con escoria latina como nosotros, seguro que si hay algún portugués también se nos junta) y el primer día fuimos a una fiesta erasmus en un pub… en la que terminaron poniendo el famoso destrozo remix de la canción Tu vuo fa’ l’Americano de Carossone. No sé cómo se llama el remix que llevan poniendo todo el verano, pero ya sabéis cuál os digo. El caso es que los italianos se pusieron como locos, supongo que pensarían que sólo era la canción del verano en Italia, y debe de serlo en todo Europa, porque se me antoja como si a un español le ponen la versión de Paquito el Chocolatero de King Africa (increible, salen los Village People en el videoclip).

Para finalizar, la semana que viene es el Arthur’s Day, pero de esto ya hablaré en otro momento, que ahora voy a hacer patria. Primero en el baño y luego a preparar una tortilla de patata como dios manda para invitar a unos colegas.

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4 comentarios

  1. Voy a volver a leer tu blog que vuelves a poner cosas mundanas que no requieren esfuerzo intelectual xD
    Me alegro que lo estés pasando bien.

  2. Vale tu estas por echandote cervezas sin conocimiento, pero yo hoy he ido a clase por primera vez despues de tres meses y me he dado cuenta de una cosa, se podian contar con los dedos de una mano las tias que no me hubiera tirado, a que tu no puedes decir eso caballero, espero que todas las tias con las que te cruces por la calle sean GORDAS ( ese tipo de gordas que se te llena la boca cuando dices gordaca) y vuelvas con un barzo como el de Rafa Nadal.Y ya esta

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