Duelo honorable

«Los franceses confundieron asimismo el sentido de la lucha y menospreciaron los riesgos de rendirse: pensaban que la melée era un duelo honorable, un lance singular uno contra otro en el que, al encontrarse vencido, se podía arrojar al suelo las armas o el guante y esperar un trato justo. Como es natural, los ingleses (muchos de ellos hartos y enfermos, y para colmo campesinos e iletrados) no opinaban lo mismo. El duque de Alençon murió por este motivo: luego de su lucha con Enrique V, súbitamente le entregó sus armas. Enrique, sorprendido, las aceptó. Cuando Alençon inclinó la cabeza en gesto de agradecimiento, fue rápidamente degollado por un arquero inglés que había echado mano a su afilada daga. A muchos otros nobles franceses les sucedieron desgracias similares.»

Batalla de Azincourt (otoño de 1415), Guerra de los Cien años.

O de como los actos justos y honorables que pueden parecernos una gran verdad universal son, en realidad, completamente relativos a cada individuo y cultura.

O de como los ingleses se pasaron por la piedra a un porrón de franceses. Lo que además no terminó ahí, sino que una vez finalizada la batalla, y al enterarse Enrique V que durante el transcurso de la misma su campamento había sido saqueado y asesinados sus ocupantes, entró en furia y ordenó asesinar a todos los prisioneros.

Pese al descontento de los nobles ingleses ante tan poco, ahora sí, honorable acción, la misma se llevó a cabo perdonando la vida únicamente a los duques de Orleans y de Borgoña.

«Un escudero al mando de 200 arqueros cumplió la luctuosa orden: como los franceses llevaban armaduras, los ingleses armados de hachas los masacraron quitándoles los cascos o alzándoles los visores, dándoles hachazos en la cara y la cabeza o sencillamente metiéndoles las misericordias1 por las ranuras de los visores.

Así, con esta innoble e innecesaria carnicería, concluyó la Batalla de Agincourt

1. La misericordia era un tipo de daga portada generalmente por los arqueros ingleses y que era su único recurso en el cuerpo a cuerpo.

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