Periódicos gratuitos y nuevos lectores

Tras la infeliz idea anteayer de utilizar la primera imagen de la búsqueda en google «bomba» para ilustrar la noticia Explosión de un artefacto casero en el 20 minutos de Barcelona, el avispado becario pidió perdón públicamente en su blog. Pero ya era tarde, había sido la comidilla de toda la red durante el día, obteniendo más de 800 meneos en Menéame. Posiblemente dentro de dos o tres días aparezca en El Intermedio, o cualquier otro programa de la televisión.

El tema es que el primer comentario (un tanto duro) reseñaba que la mala fama del 20 minutos llega hasta la Wikipedia, así que acudí a leer el artículo susodicho. En su historia y problemas hay algo que me gustaría señalar. Las negritas son mías.

Las asociaciones de prensa de pago consideraban que 20 minutos podía suponer una dura competencia, por lo que presionaron a la OJD para que no midiera su tirada. De este modo, los anunciantes no tendrían índices fiables y optarían por pagar menos o dejar de anunciarse, reduciéndose de este modo los ingresos de la editorial.

El 23 de octubre de 2002, denunció este hecho ante los tribunales. El también gratuito Metro Directo, que estaba en la misma situación, presentó una demanda judicial el 23 de noviembre del mismo año. En noviembre, Defensa de la Competencia abrió un expediente a la OJD por los cargos, aunque finalmente se falló a su favor.

En algunos municipios, incluso, se prohibió el reparto de periódicos cerca de paradas de autobús o bocas de metro, y se establecieron unos límites que no permitían repartir cerca de kioscos. También se avisó a los repartidores de que no podrían usar el mobiliario urbano (como bancos) para dejar periódicos.

Más tarde se demostró que los diarios gratuitos no sólo no quitaban lectores a la prensa de pago sino que, al fomentar la lectura, originaban nuevos lectores.

¿A qué me recuerda el caso? A sí, a la música y las descargas; a todos los grupos que jamás conocerías y por los que luego pagas una pasta para ir a sus conciertos, o porque te ha gustado tanto que decides comprar el disco original. Sí, a eso me recordaba. ¿Y la actitud mafiosa de los periódicos de pago no le recuerda a nadie a las discográficas?

Aprovecho para contar un dato que me ha parecido curioso. El director del 20 minutos es Arsenio Escolar, padre de Nacho Escolar, fundador y primer director del diario Público hasta su reciente destitución.

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