La revolución biotecnológica

Rodney Brooks es un especialista en inteligencia artificial, que destaca en el campo de la robótica, habiendo realizado punteros proyectos sobre estos temas. Fue director hasta hace poco del MIT Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory, uno de los centros más importantes de investigación en este campo.

Se opone a la principal motivación de la mayor parte de la comunidad científica de IA, que se centra en la manipulación de símbolos abstractos, ya que piensa que es un camino incorrecto. Él opina que la mayoría de acciones que realiza un ser vivo  (y las más necesarias a la hora de crear autómatas que puedan desplazarse por sí mismos) son mucho más mecánicas a nivel cerebral de lo que queremos pensar.

He descubierto una entrevista que le realizó Eduard Punset en el 2006 y que recomiendo encarecidamente su lectura. Pego aquí un par de sus respuestas que más me han impresionado. Realmente prevé un futuro cercano realmente increible.

Si retrocediéramos 100 años y alguien viera en una esquina de la calle una luz roja que se volviese verde hubieran dicho: “¿dónde está el agente humano? ¿quién está controlando esto para que la luz cambie?” Y ahora estamos completamente acostumbrados a ello: no hay tal agente humano, es simplemente una máquina que lo hace de manera autónoma. Pero hoy, si vemos una cosa pequeña que se desplaza a lo largo de la carretera y se vuelve, y cruza y evita los coches, te preguntas ¿dónde está la persona que tiene el mando? Creo que seremos testigos de los primeros robots que harán esto, y llegarán a entrar en nuestras vidas. En los próximos 10 ó 15 años vamos a acostumbrarnos a robots que son autónomos, que son móviles pero sin que haya una agencia humana detrás. Y esta será la auténtica revolución, comparable a la revolución industrial.

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Ya se está experimentando con animales a los que se les añade neuronas al córtex cerebral para ver si pueden convertirlos en más inteligentes. Es posible que a la gente no le guste esto, pero ahora mismo podemos ver la investigación activa que existe sobre implantes neuronales en monos. De forma que los monos ahora pueden pensar y controlar el brazo de un robot para mover las cosas de sitio. Creo que dentro de 20 años la gente se sentirá mejor con un implante neuronal que nos conecte a Internet para que podamos tener acceso en todo momento a esta cantidad inmensa de información que se almacena digitalmente en la red mundial. Esto cambiará nuestra posición en el mundo. Podremos pensar y tener acceso a decenas de millones, o miles de millones de libros que contienen información. Imagínate que estamos hablando de cualquier tema de literatura y podrás decir: “¡Ah! ¿Cuál es la frase de Shakespeare?” E inmediatamente podrás pensarla porque la habrás obtenido de Internet. Esto cambiará nuestro modo de vida.

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