Y sigo flipando con los diseñadores nazis de productos higiénicos. Si hace dos meses me apenaron los pobres críos que utilicen el jabón de manos para niños con olor a caramelo, hoy me acojono al descubrir, también en casa, este champú de chordigas. Seguro que este champú no pica en los ojos: escuece. Tendré que […]