Tremendo, voy a fusilar medio post de Hugo sobre el programa Elígeme. Copio y pego directamente de Solo otro blog infame, no tengo nada más que añadir. Respeto hasta las negritas.
El chaval dice dos frases tipo “me llamo Toni, me gustan mucho los deportes y soy un tío muy sincero y fiel” y las chicas que no están interesadas en tener una cita con el pollo (que dice que es muy fiel pero lleva zapatos blancos terminados en punta y tiene una pinta de chuloputas que no puede con ella) le pegan al interruptor y apagan su luz. El chico sigue contestando las preguntas de Baute y más mozas se van retirando de la competición. Al final, cuando quedan pocas chicas, se cambian las tornas y es el chico el que hace preguntas a las que quedan y las descarta él teóricamente en base a sus respuestas; aunque se ve claramente que todos descartan a las indeseables, y es ahí donde llega lo más triste de todo.
Partimos de la base de que la gente que busca pareja en un programa presentado por Carlos Baute generalmente no es muy agraciada, ni física ni intelectualmente. Pero es que las chicas que quedan al final juegan en otra liga, son directamente la crema de la crema, es decir, las muy gordas, las muy feas, las muy viejas, las que tienen cara de locas, las que con sólo mirarlas ya puedes imaginar que deben oler mal, etc. Esas chicas nunca se retiran apagando su propia luz, no porque les gusten todos (que lo dudo) sino porque cada chico que entra en el concurso es una oportunidad de largarse sin las manos vacías y no la pueden desaprovechar motu proprio.