El otro día vi Alan Kay comparte una poderosa idea sobre las ideas, otra imperdible charla de las Ted Talks. Además de un informático brillante —es uno de los padres de la Programación Orientada a Objetos y las Interfaces Gráficas de Usuario— Alan siempre ha estado muy implicado con la aplicación de la tecnología a la educación.
Imagino que una de las principales causas de su interés por la educación fue conocer a Seymur Papert, padre del proyecto LOGO (una de las pocas páginas que lo menciona), que no sólo es el famoso lenguaje de programación de la tortuguita sino toda una escuela basada en la Teoría constructivista del aprendizaje de Jean Piaget —con el que también trabajó Papert—. Pero ésta es otra historia.
Alan Key también es uno de los pioneros en la idea de ordenadores portátiles, allá a finales de los 60, con la motivación principal de que sirviesen como instrumento educativo para los niños, para lo cual diseñó el Dynabook. No sé qué importancia pudo llegar a tener en su día, pero está claro que tuvo que ser una clara influencia para el proyecto OLPC, donde Alan también está implicado en la actualidad.
Puestos un poco en situación, Alan Key (poco más o menos que el padre de las interfaces gráficas tal y como las conocemos) terminó su charla así:
Creo que la mejor forma de terminar esto es con dos frases. Marshall McLuhan dijo, «Los niños son los mensajes que enviamos al futuro.» Pero de hecho, si lo piensan, los niños son el futuro que enviamos al futuro. Olvídense de los mensajes. Los niños son el futuro. Y los niños en el primer y segundo mundo, y especialmente en el tercer mundo, necesitan mentores. Y este verano vamos a construir 5 millones de estos laptops de 100 dólares y quizás 50 millones el próximo año. Pero no podríamos crear mil nuevos profesores este verano para salvar nuestra vida. Y eso significa que otra vez tenemos una situación donde podemos introducir tecnología, pero la tutoría que se requiere para pasar de un simple nuevo sistema iChat de mensajería instantánea a algo con profundidad no está. Creo que esto debe hacerse con un nuevo tipo de interfaz de usuario. Y este nuevo tipo de interfaz de usuario puede hacerse con un gasto de unos 100 millones de dolares. Pareciera ser mucho, pero es literalmente 18 minutos de lo que estamos gastando en Iraq. Estamos gastando 8 billones de dólares al mes. 18 minutos son 100 millones de dólares. Entonces esto es barato. Y Einstein dijo, «Las cosas deben ser lo más simple posibles, pero no más simples.» Gracias.
No me había decidido a hablar sobre esta charla, pero me quedó muy grabado eso de que 100 millones de dólares son 18 minutos de la guerra de Iraq. Pero hoy he leído que al programa Sálvame de Jorge Javier Vázquez en Telecinco le han puesto una multa de 300 000 euros por hablar de sexo en el horario de protección de menores, y me lo ha recordado el autor de una entrada al respecto, en la que afirma que 300 000 euros son 12 minutos de publicidad en ese programa.
Por algún motivo esto me ha recordado a la máquina de generar el salario mínimo a manivela. En este caso esas cifras sí que son realmente altas comparadas con 15 minutos del salario báse, unos sesenta y cinco céntimos de euro en España o un dólar con setenta y cinco en New York.