Cartel Carnaval 2009 Huesca: Reservoir Dogs

Acabo de leer en RadioHuesca que ya han seleccionado el cartel que anunciará la fiesta de Carnaval aquí este 2009. Y se nota, por su sencillez y utilizar sólo una silueta, que este año han intentado que ningún colectivo se sienta insultado en él, como ha pasado últimamente. Y además, a mí me recordaba a un cartel de cine, pero no lo relacionaba.

carnaval2009

Mira que me sonaba, y yo buscando noticias he llegado a la correspondiente de El Diario del Altoaragón (de donde he obtenido esta foto, cortada por mí, original de Pablo Segura). Allí el primer comentario, acertadísimo, pregunta «¿Reservoir Dogs?» y lo firma por Mutan. Efectivamente.

reservoir dogs

¿Inspiración o plagio?

Cuidado, que igual el «colectivo de cinéfilos» se siente atacado con este cartel, que la gente es muy dada a estas cosas.

ACTUALIZADO
Pues me he quedado con la mosca detrás de la oreja, porque a mí me recuerda a otra y he encontrado cierto aire con La Habitación del Pánico. También hay a quién dice que le recuerda a El día de la bestia. Y más de uno ha pensado en Historias para no dormir. Voy entendiendo lo de «estética cinematográfica» que señala el Altoaragón.

¡Premio para el que encuentre algo mejor!

Wakefield

«Un hombre que se llamaba Wakefield decide gastarle una broma a su esposa. Le dice que tiene que hacer un viaje de negocios y estará fuera unos días, pero en lugar de salir de la ciudad se va a la vuelta de la esquina, alquila una habitación y espera a ver qué pasa. No sabe exactamente por qué lo hace, pero de todas formas lo hace. Pasan tres o cuatro días, pero él no se siente dispuesto a volver a casa todavía, así que se queda en la habitación alquilada. Los días se convierten en semanas, las semanas se convierten en meses. Un día Wakefield pasa por su antigua calle y ve su casa engalanada de luto. Es su propio funeral y su mujer se convierte en una viuda solitaria. Pasan los años. De vez en cuando se cruza con su esposa por la ciudad y una vez, en medio de una multitud, llega a rozarse con ella. Pero ella no le reconoce. Transcurren los años, más de veinte, y poco a poco Wakefield se hace viejo. Una noche lluviosa de otoño, mientras da un paseo por las calles vacías, pasa por delante de su antigua casa y mira por la ventana. Hay un agradable fuego ardiendo en la chimenea y él piensa para sus adentros: Qué agradable sería estar ahí dentro ahora, sentado en uno de esos cómodos butacones junto al fuego, en lugar de estar ahí fuera bajo la lluvia. Así que, sin pensarlo más, sube los escalones de la casa y llama la puerta.

– ¿Y entonces?

– Eso es todo. Así termina la historia.»

Paul Auster –  «La trilogía de Nueva York. Fantasmas»

Leído en desconvencida, junto a otra opinión de Borges sobre el relato y otra de la propia autora del blog.

Recomiendo la lectura completa de Wakefield, un cuento de Nathaniel Hawthorne. Apenas son seis páginas.

¿Canon en el agua?

Mi familia se ganaba la vida vendiendo vendiendo agua por la casa, pues la tradición familiar ha sido siempre que el primogénito fuera aguador. Sin embargo desde hace años la gente no nos compra el agua por que se instauró una nueva tiranía: el agua corriente. Por su culpa apenas obtenemos beneficios y si esto sigue así tendremos que cerrar nuestro negocio.Hemos intentado que se prohiba beber agua del grifo, que se recaude un pequeño canon en cada grifo pero nadie nos hace caso.

Con nosotros se perderá el encanto del oficio y nadie hace nada por evitarlo. Así que, amigo, te comprendo perfectamente.

Ingenioso comentario en Barrapunto, en el hilo anunciando que Inglaterra no desconectará a los usuarios que utilicen las redes P2P. Pero que planean crear un canon (otro más) para los usuarios que más descarguen.

Otro sobre el mismo tema pero sobre pozos de hielo.

Origen de la Free Software Foundation

En los primeros tiempos de la informática los programas no eran considerados un producto comercial, de modo que no se registraban ni estaban sujetos a ninguna licencia. Los programadores intercambiaban libremente su código y compartían su conocimiento. Tiempo más tarde esto empezó a cambiar, y las compañías empezaron a patentar el código de sus programas y a prohibir la modificación y libre difusión del mismo.

En caso de que algún usuario o programador encontrase algún error en la aplicación, lo único que podía hacer era darlo a conocer a la empresa desarrolladora para que esta lo solucionara. Aunque el programador estuviese capacitado para solucionar el problema y lo desease hacer sin pedir nada a cambio, el contrato le impedía que mejorase el software.

El mismo Richard Stallman cuenta que por aquellos años, en el laboratorio habían recibido una impresora donada por una empresa externa. El dispositivo, era utilizado en red por todos los trabajadores, parecía no funcionar a la perfección dado que cada cierto tiempo el papel se atascaba. Como agravante, no se generaba ningún aviso que se enviase por red e informase a los usuarios de la situación.

La perdida de tiempo era constante, ya que en ocasiones, los trabajadores enviaban por red sus trabajos a imprimir y al ir a buscarlos se encontraban la impresora atascada y una cola enorme de trabajos pendientes. Richard Stallman decidió arreglar el problema, e implementar el envío de un aviso por red cuando la impresora se bloqueara. Para ello necesitaba tener acceso al código fuente de los controladores de la impresora. Pidió a la empresa propietaria de la impresora lo que necesitaba, comentando, sin pedir nada a cambio, que era lo que pretendía realizar. La empresa se negó a entregarle el código fuente.

En ese preciso instante, Richard Stallman se vio en una encrucijada, debía elegir entre aceptar el nuevo software privativo firmando acuerdos de no revelación y acabar desarrollando más software privativo con licencias restrictivas, que a su vez deberían ser más adelante aceptadas por sus propios colegas.

Con este antecedente, en 1984, Richard Stallman comenzó a trabajar en el proyecto GNU, y un año más tarde fundó la Free Software Foundation (FSF). Stallman introdujo una definición para free software y el concepto de «copyleft», el cual desarrolló para dar a los usuarios libertad y para restringir las posibilidades de apropiación del software.

Fuente: Software libre (Wikipedia).

No puedo evitar reseñar una curiosidad que me ha hecho mucha gracia. El sitio web en el que la FSF daba alojamiento y mantenimiento para proyectos de software libre era el proyecto Savannah. Esto no podía ser de otra forma dado que el principal proyecto que mantienen es el GNU, y el símbolo de la fundación, un ñu.

Leopoldo Abadía en Huesca

Siempre que puedo intento avisar con tiempo, pero hoy me he enterado a las seis de la tarde de que Leopoldo Abadía iba a dar una charla en el Centro Cultural de Ibercaja (a.k.a. la biblioteca de Duquesa de Villahermosa). He engañado a algunos amigos para ir y la verdad es que ha merecido la pena.

A estas alturas todo el mundo sabe de quién estoy hablando, y si no lo relacionáis por el nombre, diré que es el señor que explica la crisis económica con los ninja (no income, no job & assets), que ha estado en más de una ocasión en Buenafuente y, según ha contado hoy, en muchos otros programas.

Empezó a hacerse famoso cuando escribió su explicación en un blog creado al efecto y que ya ha superado los dos millones de visitas. Es una entrada algo larga que publicó para abril del año pasado y que va actualizando cada poco tiempo. Recomiendo su completa lectura a quien esté interesado en entender por qué estamos en esta enorme crisis.

Por lo que he podido ver, en todas las conferencias cuenta lo mismo (que imagino será lo que pone actualmente en su blog, yo lo leí poco después de publicarlo) porque realmente no hay más. Ha encontrado una forma entretenida, amena y que todo el mundo es capaz de comprender y la cuenta allá donde va. Pero merece la pena porque siempre hay algo que añade, un tema en el que se centra más y que siempre resulta interesante. Y pese a la edad que tiene, resulta muy gracioso e irónico todo el tiempo.

Ha insistido durante toda la charla en que no ha estudiado jamás economía, y que lo sabe se debe a leer diariamente un periódico generalista y otro económico, pero siempre los mismos. Recomienda a todos hacer esto mismo, leyendo el periódico que sea, pero siempre el mismo. De este modo, al cabo de un tiempo iremos calando a los diferentes escritores y sabremos de qué pie cojean, para así tener una opinión más clara de lo que escriben. Por lo importante no es lo que diga Fulanito, si no lo que digamos nosotros. Lo importante es tener criterio.

A la pregunta de cuándo acabará la crisis responde que para poder estimar el tiempo, primero hay que saber cuánto dinero se calcula que hay perdido y la cifra está entre los 100 000 millones de dólares y los 3 trillones y pico de dólares, es decir, que nadie lo sabe. Lo que sí sabe es que no la levantarán los gobiernos sino tú, y yo; o lo que es lo mismo, la iniciativa privada.

Otra visita a Buenafuente: parte 1, parte 2.
Dos humoritas británicos explican el tema de forma similar. Apareció en Youtube unas semanas antes de que Leopoldo acudiese a Buenafuente, por lo que mucha gente piensa que les copió; pero el artículo del blog tenía bastante tiempo.
Noticia en El Confidencial, con muchas frases suyas.

Los tres niveles de información del mensaje

En estos ejemplos de desciframiento de mensajes fuera de contexto, podemos distinguir muy claramente tres niveles distintos de información; (1) el mensaje marco; (2) el mensaje exterior; (3) el mensaje interior. Estamos más familiarizados con el (3), el mensaje interior, del cual se supone que es lo que debe transmitirse: las experiencias emotivas, en música; el fenotipo, en genética; el sistema de gobierno y los rituales de las antiguas civilizaciones, en las inscripciones arqueológicas, etc.

Comprender el mensaje interior es haber extraído la significación pensada por el emisor.

El mensaje marco es el mensaje: «Soy un mensaje; ¡decodifíquenme, si pueden!»; es transmitido en forma implícita por las meras apariencias físicas de cualquier portador de información.

Comprender el mensaje marco es advertir la necesidad de un mecanismo decodificador.

Si el mensaje marco es reconocido como tal, la atención entonces se desplaza hacia el nivel (2), el mensaje exterior. Este consiste en la información transportada implícitamente por los modelos simbólicos y las estructuras del mensaje, la cual señalará cómo decodifícar el mensaje interior.

Comprender el mensaje exterior es construir, o saber cómo
construir, el mecanismo decodifícador adecuado que debe
aplicarse al mensaje interior.

El nivel exterior es forzosamente un mensaje implícito, en el sentido de que el emisor no puede estar seguro de que será comprendido. Sería un esfuerzo inútil incluir instrucciones para orientar la decodificáción del mensaje exterior, pues pasarían a formar parte del mensaje interior, el cual sólo puede ser comprendido cuando se ha descubierto el mecanismo decodifícador. Por este motivo, el mensaje exterior es, necesariamente, un conjunto de disparadores, y no un mensaje que puede ser revelado por un decodificador.

[…]

No serviría de nada que el mensaje interior incluyese una traducción de la oración: «Este mensaje está en japonés», pues ello requeriría de alguien que sepa japonés para leerlo. Y después de leerlo, ese alguien tendría que reconocer el hecho de que, como está en japonés, él puede leerlo. Para escapar de esto, hay que incluir traducciones de «Este mensaje está en japonés» en muchos idiomas. Desde el punto de vista práctico, eso serviría de ayuda, pero en el plano teórico la dificultad sigue siendo la misma. Un hablante de español tiene que, todavía, reconocer la «españolidad» del mensaje; de otro modo, no le será útil. En consecuencia, no se puede evitar el problema de descubrir cómo descifrar el mensaje interior desde fuera; el mensaje interior mismo puede proveer indicios y corroboraciones pero, en el mejor de los casos, éstos no son sino disparadores que actúan sobre el descifrador.

[…]

Corresponde a la naturaleza misma del mensaje exterior el no ser transmisible en ningún lenguaje explícito. Establecer un lenguaje explícito para transmitir los mensajes exteriores no sería un avance: ¡sería una contradicción en los términos! Comprender el mensaje exterior es siempre un obstáculo propio de la tarea del oyente. Si lo resuelve exitosamente se abrirá paso hacia el interior y en esta otra etapa la proporción de significaciones explícitas experimentará un notable incremento. Por comparación con los estadios anteriores, el esclarecimiento del mensaje interior parecerá poco costoso. Es como si su comprensión se hubiese ampliado de pronto.

Gödel, Escher y Bach: un Eterno y Grácil Bucle

Douglas Hofstadter

Me ha parecido una reflexión tan interesante como obvia, pero en la que jamás había reparado directamente hasta ahora. La forma en que se codifica un mensaje (el idioma, por ejemplo, con sus sonidos, o su escritura) contiene en sí mismo toda la información requerida por el receptor para reconstruir la información que el emisor desea compartir.

Y como bien apunta Hofstadter durante estas reflexiones, la información inherente al mensaje exterior puede ser realmente enorme, por todo lo que implica comprender cómo funciona el sistema codificador/decodificador y los significados y asociaciones conscientes o subcoscientes de los términos.

gotoxy(x,y) y clrscr() de C sobre Linux

Se me había ocurrido compilar algunos de los programitas que hice hace dos o tres años en C en Windows y claro, ahora en Linux daban algunos fallos por librerías y funciones utilizadas. Lo normal.

Sin embargo, me ha llamado la atención de que no funcionaran ni gotoxy(x,y), ni clrscr(). La primera para ir a unas coordenadas de la pantalla para poder escribir a continuación allí, en lugar de línea a línea, y la segunda para limpiar toda la pantalla. Y da la casualidad de que ayer me aburría y me apeteció programarme un Juego de la Vida de Conway, de modo que necesitaba una función que sustituyese al gotoxy(x,y).

Así pues he intentado mirar en algún manual y luego he googleado un poco. Parece ser que estas dos funciones sólo están en librerías del DOS, y que no hay equivalente en librerías existentes en Linux. Hay bastantes hilos en foros de gente preguntando por eso mismo, y en algunos la solución que dan es definir esas funciones en tu propio código. Por supuesto, acompañan el código.

El clrscr() no puede ser más simple: un bucle con tantos intros como desees, unos 50 serán más que suficientes, aunque todo depende del tamaño de la ventana. ¿Para qué complicarse más la vida?

Para el gotoxy(x,y) ya es necesaria una secuencia de escape, la \033:

Escape sequences allow you to send nongraphic control characters to a display device. For example, the ESC character (\033) is often used as the first character of a control command for a terminal or printer. Some escape sequences are device-specific. For instance, the vertical-tab and formfeed escape sequences (\v and \f) do not affect screen output, but they do perform appropriate printer operations.

He encontrado el código para la función gotoxy(x,y) en dos sitios, uno más largo y otro más reducido. He comprobado que funcionan ambas. Copio aquí el reducido:

#define MAX_SCREEN_AREA 100
int gotoxy(int x, int y){
char essq[MAX_SCREEN_AREA]={0}; // String variable to hold the escape sequence
sprintf(essq, "\033[%d;%df", y,x);
printf("%s", essq);
return 0;
}

De todas formas, he descubierto que no es necesaria tanta línea. Analizando el código que visto cómo funcionaba y he probado a incluir la secuencia de escape directamente en un printf() y, voilá, funciona. Supongo queirá también con scanf() y otros.

printf("\033[9;9f asdf\n");