Deseos inútiles

— Deseo tener el poder de ver a la gente invisible.
— Si no existe la gente invisible, habrás desperdiciado un deseo.

Acababa de entrar por casualidad a la tira de Boasas y la última publicada era ésta. La verdad es que me ha gustado todo lo que se desprende de esa frase, y creo que da mucho sobre qué pensar. Y mi conclusión es que muchas veces nos obcecamos en conseguir cosas que no necesitamos o no nos servirán de mucho, de modo que perdemos nuestro tiempo y esfuerzo en metas fútiles. De todos modos, la contestación también sigue dando material para reflexionar: «Dormiré más tranquilo si lo sé con certeza».

Multas proporcionales a la renta

Siempre he creído que un sistema judicial en el que las penas se saldan pagando una cantidad monetaria fija no era del todo justo. No entraré ya en convertir los perjuicios y daños en dinero, sino en que pagar una determinada cifra para alguien que al mes gana miles de euros resulta mucho más sencillo que para quién cobra el sueldo base.

De este modo, cualquier millonario puede ir por ahí delinquiendo tranquilamente puesto que tiene suficiente fondo tanto para pagarse la fianza y salir inmediatamente de la prisión, como para saldar las penas que acarree su condena.

Por eso me parrece fantástico el sistema que utilizan en Finlandia para las multas de tráfico, y es que son proporcionales a la última renta declarada.

Gracias a este interesante y mucho más justo sistema un niño de papá que circulaba a 80 km/h con su flamante deportivo por el centro de Helsinki —dónde la velocidad máxima era la mitad— deberá pagar una multa de 170 000 euros, puesto que su patrimonio en 2002 ascendía a los 7 millones de euros.

Una vez más me veo obligado a aplaudir los sistemas y la sociedad de los países nórdicos, de los cuales tenemos muchísimo que aprender.

Guyz Nite – Die Hard

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Me ha hecho gracia este videoclip —con la letra subtitulada en español— que me acaba de pasar un amigo. Es un homenaje al héroe americano por excelencia de finales del siglo XX, el detective John McClane; más exactamente, a las cuatro películas de Jungla de Cristal (Die Hard). Me ha hecho gracia y la canción es pegadiza.

Remember when we first met John McClane?
Argyle picked him up from the plane,
And took him down to Nakatomi Tower…
To meet with Holly.

He came to get her back and to be her man,
But Hans and his buddies fucked up the plan,
And that’s about when everything went sour
At the Christmas party.

And the terrorists were over-zealous,
But it was sweet when they killed Ellis!
And, with a little help from Allen,
John McClane kicked ass!

We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die as hard as we can!

No one dies harder than John McClane,
Even when his wife’s stuck on a plane
About to crash into the Potomac River…
On the eve of Christmas.

And airport security kicked him out,
But John McClane is just too damn proud,
And nothing could have made him not deliver…
‘Cause that’s his business!

And with a lot of fights and gunplay
He blew that plane up on the runway.
And, with a little help from Allen,
Holly’s plane could land!

We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die as hard as we can!

Yippee-ki-yay, motherfucker!

No one dies harder than John McClane,
Saving all the passengers on the train.
But Simon wasn’t clear with his intentions:
It was just a distraction!

And there was no way McClane could know
That Hans Gruber was Simon’s bro.
And that’s what made it «Die Hard: With A Vengeance»
With Samuel Jackson!

And the good cop wouldn’t miss this,
Even though it wasn’t Christmas.
He didn’t get any help from Allen…
But only in part three!

We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die as hard as we can!

Finally we’re back with John McClane
Now we got a choice, and the choice is plain:
We can live free or we can die hard,
As hard as we can.

From taking on a terrorist he’s never met,
To taking on an F-35 jet,
With the greatest car explosions by far…
This sure looks sweet, man!

And we know what the basic gist is:
There ain’t no Allen, and it’s not Christmas.
We don’t know but we’re pretty sure that
John McClane kicks ass!

We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die, die hard!
We’re gonna die, die, die as hard as we can!

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Costes de proyectos

Los quebraderos de cabeza que da calcular los costes de elaborar una aplicación informática tanto en personal, dinero y tiempo son algo 100% arbitrario y que no sigue nada fijo, por lo que las estimaciones son algo de lo más subjetivo, por más que se intenten establecer funciones y algoritmos que permitan realizar los cálculos de una forma más exacta. Por lo tanto la estimación que se puede dar al principio, con una reducida información del proyecto es casi aleatoria, muy alejada de lo que realmente pueda costar. Sin embargo, los jefes siempre exigen conocer fechas y luego asegurar a sus superiores o clientes que el producto estará para entonces, a pesar de que poco tiempo después, y con un análisis más detallado del proyecto, se calcule que tardará mucho más.

Me ha hecho especial gracia porque es precisamente el tema que estábamos tratando el mes pasado en la asignatura de Proyectos. Quizás no sea tan graciosa como otras que pueda poner, pero me ha hecho gracia la casualidad de estar estudiando justo ese tema. La tira es del 9 de diciembre pasado.

El 90% de la felicidad es elegir la ética correcta

Me encanta Dilbert. Creo que nunca lo he comentado por el blog ni he subido tiras. Por si alguien no lo conoce son unas tiras cómicas escritas por Scott Adams que satirizan las políticas de empresa, la burocracia y los jefes que no saben nada acerca de cómo hacer el trabajo que exigen a sus empleados. El contexto es en algún tipo de empresa de informática, pero no es necesario tener la menor idea sobre ordenadores para disfrutarlo. En la wikipedia tenéis más detalles; es una tira bastante famosa —a punto de cumplir los veinte años— de modo que encontraréis más información por internet si os interesa, así como montones de tiras.

Estaba viendo las tiras de las últimas semanas y he descubierto una genial que paso a mostraros. A partir de ahora iré subiendo las que más me vayan gustando al blog. Ésta es del 28 de noviembre de este año.

Guitar Hero – Frets On Fire

Quién más quien menos todo el mundo conoce el Guitar Hero (web oficial española). Es un juego que desde que salió en 2005 no ha parado de hacerse cada vez más y más famoso y que, con sus dos años de vida, es uno de los juegos estrella en cualquier gran centro comercial especializado en informática y multimedia (En cualquier Fnac o MediaMarkt podremos ver consolas con el juego y niños acaparándolas).

El juego, por si todavía alguien no lo conoce, es de lo más simple que se pueda imaginar. El objetivo es convertirse en una estrella del rock como guitarrista de un grupo. Para ello, en lugar del clásico gamepad utilizado por todas las consolas, han creado un nuevo periférico en forma de guitarra, con cinco botones coloreados en el mástil, un botón para hacer las veces del rasgueo, y una palanca de vibrato.

Al comenzar la canción, la pantalla va avanzando por un mástil de cinco cuerdas en las que las «notas» van llegando indicando qué dedo pulsar para simular el apoyo de los dedos sobre las cuerdas. El jugador sólo ha de pulsar los botones que representan los trastes y mover el que hace las veces de rasgueo cuando llega la nota al pie de la pantalla. Y ya está. Pues vaya mierda.

Como siempre, un vídeo es una mejor explicación a cualquier cosa que os haya podido decir. Aunque ésta es la versión libre, el Frets on Fire, del que hablaré luego, pero la mecánica es la misma.

E insistimos: Pues vaya mierda.

Eso pensé yo cuando oí hablar del juego. Eso pensé cuando vi el juego. Eso pensé cuando descargué una versión libre copiando al juego y lo probé durante un minuto. Eso pensé cuando, tiempo después lo probé en la Play Station 2; pero al cabo de unas canciones me retracté. Y eso ha sido durante este puente de la Inmaculada Constitución.

El juego es el vicio personificado. En que has tocado tres o cuatro canciones y te has metido en la dinámica y le vas pillando el tranquillo, cada vez se hace más divertido, hasta que llega un punto en que te atrapa. No sólo es la increible sencillez del sistema de juego (pese a lo jodidamente imposible que se hace con sólo aumentar ligeramente la dificultad). Lo que hace que el juego te enganche mucho más es que son todo unos pedazo temazos clásicos de los que ya disfrutas bastante escuchando, como para encima tener la posibilidad de «tocarlos«, aunque no sea una forma muy ortodoxa. Canciones de Black Sabbath, David Bowie, Jimi Hendrix, Judas Priest, Motöhead…

Algo que he tenido siempre muy claro en cuanto a los juegos de ordenador —y la mayoría de las cosas de la vida en general— es que cuanto más simple es la mecánica del juego, más jugabilidad, más vicio y más exito conllevan. Véase cualquier clásico en los que sólo existían botones de atacar y saltar, incluso sólo saltar como los archiconocidos Sonic y Mario, insignias de cada compañía durante los 90. Pero no sólo de sencillez vive el hombre. Por supuesto, para que un juego cause adicción, ha de incluir cierta complejidad inherente, muy difícil de superar a la perfección, pero que pueda ir avanzando para mejorar sus habilidades sin aburrirse siempre en el mismo tramo. Y ahí le han dado de lleno. Las canciones siempre acaban (aunque en algunos modos de juego te echan del escenario si lo haces fatal) y obtienes una puntuación y un porcentaje de aciertos, de modo que siempre quieres superarlo. Además hay cuatro modos de dificultad (yo sólo me defiendo en el segundo, en el tercero ya hago la risa) que hacen que cada canción sea distinta con cada grado (mayor velocidad y nuevas y totalmente distintas combinaciones de las cuerdas).

Mirad cómo sube la dificultad (visto en The smoke sellers):

Pero, y todo tiene un peeeeeero, el juego salió para la PlayStation 2 —sus secuelas ya para la xBox360, PS2 y PS3— de modo que en un ordenador no es posible jugar (bueno, para la primera PlayStation había muy buenos emuladores, no sé cómo estará la cosa ahora con las siguientes).

Por suerte, unos finlandeses crearon al año siguiente el Frets on Fire, con el mismo sistema de juego del Guitar Hero y en forma de software libre, con posibilidad de jugar bajo Linux, Windows y Mac. Alabados sean.
La forma de jugar en el Frets on Fire es la misma, pero no incluye los modos de juego (como carrera musical) del Guitar Hero, lo cual no es algo que yo eche de menos. Lo que sí que falta claramente es la opción de dos jugadores enfrentados, que es lo que hace al juego de lo más entretenido y divertido para jugar con los amigos. Pero para echar unos vicios en casa ya está bien.

Como es natural, parte de que no te has comprado el Guitar Hero y que no tienes guitarra puesto que es para el ordenador, y para solventarlo el teclado se pone al revés y se utiliza como improvisado instrumento, haciendo las teclas de función F1 a F6 de los botones de traste, y el enter a modo de rasgueo. Lo malo es que se pierde la palanca de vibrato que tan bien hace quedar a las canciones y tantos puntos nos daba en el Guitar Hero.

Un punto acojonante que tiene el Frets on Fire sobre el Guitar Hero es que se puede añadir cualquier canción que se quiera al juego, así como la opción de importar las del GH directamente del dvd del juego (aunque avisan que tarda horrores, Guía Ubuntu lo calcularon).

Lo malo de crear canciones es que no es tan fácil como pudiera parecer. Primero hace falta una pista de audio con la guitarra, y otra con el resto del grupo; esto es muy jodido de encontrar, aunque algún habilidoso de la edición de audio se lo puede currar. También hace falta un archivo midi codificado especialmente para el juego indicando los trastes pulsados. En este blog lo explican bien y dejan un par de torrents para bajar las canciones del primer Guitar Hero.

Evidentemente pierde toda la magia ver a un pringado en Youtube, pero cuando eres tú el que tienes el teclado te parece gracioso:

Por supuesto, como es algo trabajoso, siempre hay gente más lista y paciente que nosotros para a) Importar las canciones de los diferentes Guitar Hero al Frets on Fire y b) Convertir cualquier canción al FoF. Lo primero es maravilloso ya que cuenta con los cuatro niveles de dificultad y toda la calidad del Guitar Hero. Los segundos suelen ser más cutres porque suelen tener sólo un nivel de dificultad (que suele ser chungo) y el audio que debería llevar sólo la guitarra y el otro son la propia canción completa, con lo que aún tocando mal se escucha bien el guitarreo (aunque el propio FoF añade un sonido de error).

Por supuesto, la gente más lista y paciente que nosotros también son unas maravillosas personas y cuelgan todo este material en internet. Bien mediante descarga directa, bien en redes P2P como torrent y emule. De modo que podemos llenar la fonoteca de nuestro Frets on Fire con cientos de canciones geniales que no vienen en el Guitar Hero y que también nos encantan. He estado buscando por la red y he encontrado tres páginas:

Keyboards on Fire (canciones libres y desconocidas, y las famosas son casi todas sólo midi);
Frets on Fire Fan Forum (unas cuantas bastante famosas, atentos a bajar las .rar y las .zip);
Frets of Fire Spain (requiere registro, pero hay montones).

[[Por supuesto sólo debéis bajar las canciones si tenéis el juego original y queréis tener un backup del mismo y es todo bajo vuestra responsabilidad y el autor del blog se desentiende de cualquier uso indebido que algún lector pueda hacer con los archivos aquí enlazados y bla, bla bla…]]

Del último enlace he bajado yo la mayoría de canciones, así como los packs completos de canciones del Guitar Hero (parte 1 y parte 2) y del Guitar Hero II que tiene subidas a Megaupload. La única pega es que necesita registro. Las canciones de los GH están perfectas, tal cual vienen en el juego original, el resto de las que se pueden encontrar están en su mayoría como describí más arriba, con la canción completa para las dos pistas de audio, pero algo es algo. Porque de otro modo no tendríamos Los rockeros van al infierno, Stairway to heaven o Under Presure, por ejemplo, y muchas más.

Para que funcionen las canciones únicamente hay que situarlas en el directorio /FretsOnFire/data/songs/ y ahí se pueden organizar por carpetas. Respecto al juego, únicamente hay que descargarlo y descomprimirlo —al menos para la versión Linux, en el descargable de Windows pone instalable—.

NOTA para los usuarios de Ubuntu. El juego está en los repositorios (apt-get install fretsonfire) pero al menos a mí me funcionaba condenadamente mal, así que utilizo el descargable de la página oficial.

Como no podía ser de otra forma, la gente siempre se curra cruces y a alguien se le ocurrió adaptar el práctico mando de la Wii a modo guitarra. Aunque el tipo no sea muy hábil el video no deja de ser interesante:

También comentar, que en mi búsqueda por canciones e información del Frets on Fire he dado con el Guitar Zero, que es realmente la auténtica copia del Guitar Hero para ordenador. Permitiendo los mismos modos de juego y funcionalidades que su hermano de las videoconsolas. No obstante, no he podido probarlo porque no ha funcionado bien en mi Wine. Si reinstalo Windows algún día o tengo ocasión de probarlo ya daré mi opinión.