Vía Menéame (sí, últimamente leo poco más) encuentro este genial post de QuarkBlog en el que compara las fantasiosas fantasmadas sobre informática que acostumbran a aparecer en las películas y lo que realmente ocurriría en el mundo real.
Algunos ejemplos son que El código no se mueve: En el cine y la televisión el código siempre cruza la pantalla con increíble velocidad; se presenta como un flujo impredecible de letras y números que cobran sentido para el programador pero incomprensibles para el resto de los mortales. O que tiene estructura: tabulamos todo, hasta un mísero if. Y que NADIE programa a nivel binario, sabemos que existe pero NADIE escribe sus programas directamente con unos y ceros.
Destaco, por encima de todos, el punto 10, que trata sobre la portabilidad. Lo copiaré aquí tal cual porque no tiene pérdida:
10. La mayoría del código no es multiplataforma
¿Recordais en Independence Day cuando el tio-con-pinta-de-matemático escribe un virus que funciona en su portatil Apple Y en la nave nodriza alienigena? Gilipolleces!
Si la vida real fuera como en esa película sería capaz de portar WordPress a mi tostadora utilizando un cable CAT5 y una bolsa de purpurina.