El escritor Javier Marias fue ayer elegido para ocupar la letra R en la Real Academia Española de la Lengua.
La votación fue favorable por más de dos tercios de la cámara —en la primera votación— lo cual es considerado bastante meritorio debido a que pocos académicos son aceptados a la primera —generalmente, se realiza una segunda votación—. Había sido propuesto por Gregorio Salvador, Arturo Pérez-Reverte y Claudio Guillén
El sillón de la R había sido anteriormente ocupado por Fernando Lázaro Carreter, el anterior director la RAE, lo cual ha sido un honor para el perro inglés, que le decía Reverte.
Javier Marias ya fue propuesto hace doce años para entrar en la Academia, pero debido a que su padre —el filósofo Julian Marias— ya formaba parte de la misma, no le parecía correcto pertenecer a él también. Aseguraba que lo más probable es que acusaran a su padre de nepotismo, cosa que aborrecía con toda su alma. Alegó que «mientras estuviera él vivo había suficientes Marías en la Academia». Sin embargo, su padre falleció hace aproximadamente seis meses.
Justo una hora después de producirse la votación, Javier Marías se encontró con los periodistas en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. «Es un verdadero honor que una institución laica, culta e independiente me acoja como miembro. Tiene tres siglos de antigüedad y en toda su historia ha dado numerosísimos motivos de satisfacción. Ha sido independiente durante todo el franquismo. Mi padre, muerto hace seis meses, permaneció en la Academia durante 40 años. Por eso es para mí un honor por partida doble».
He de reconocer que no he leído ningún libro del Rey de Redonda, pero durante los últimos dos meses he comenzado a aficionarme a sus artículos del suplemento del domingo, de forma que se va a convertir en un habitual como el de Reverte. Supongo que algún día tendré que hablar de Arturo Perez-Reverte en este blog, puesto que lo considero la persona más sensata de toda España y espero a que lleguen los domingos para leer sus artículos, pero esta es otra historia. El caso es que Javier Marias se está convirtiendo ya en otro habitual para mi. Creo que los dos tienen las ideas muy claras y razonables, y lo exponen sin pelos en la lengua, como ha de ser. Y son unas de las pocas personas que siguen creyendo actualmente en el honor, el respeto y la educación, algo que desgraciadamente les falta a demasiado.
Como escritor, lo tengo en asignaturas pendientes, pero ha sido traducido a más de 30 idiomas y publicado en más de 40 páises, y ha sido un innovador en la literatura castellana.
Mi enhorabuena a Javier!